viernes, 10 de febrero de 2012

ESPEJOS, ESPEJISMOS Y ESPEJUELOS


COMENTARIO DE TEXTO

El primer espejo portátil que fabricó el hombre estaba hecho de obsidiana, un mineral de origen volcánico, aspecto vítreo y parecido a la mica, de color verde obscuro que, bien pulido, tenía la propiedad de reflejar los objetos sin deformaciones importantes. Griegos, etruscos y romanos utilizaban como espejos láminas de bronce. Hasta el siglo XIV no comenzaron a fabricarse con vidrio según un método alemán; dos siglos después, en Venecia, empezaron a fabricarse con cristal. Pero eran muy caros: un espejo de Luis XIV llegó a costar el triple que un cuadro de Rafael. Algunas tribus primitivas africanas creen que los espejos son un peligroso enemigo del hombre ya que son capaces de atrapar el espíritu de quien se atreve a reflejarse en ellos. En cambio los espejismos son, ya saben, fenómenos ópticos que se producen en los países cálidos consistentes en que los objetos lejanos producen una imagen invertida, como si se reflejasen en una superficie líquida, debido a la diferente densidad de capas de aire muy finas sobre desiertos o carretera. Y los espejuelos no son sino trozos de yeso cristalizado u hojas de talco que suelen usarse para cazar alondras y que, durante algunos siglos fueron utilizados para engañar a los “indios”. Cuando lean ustedes las cotizaciones de Bolsa tengan mucho cuidado y sepan diferenciar lo que reflejan, lo que deforman y lo que engañan. No se dejen atrapar el espíritu

ESPEJOS, ESPEJISMOS Y ESPEJUELOS. Luis Ignacio Parada, ABC, 9-2-97

RESUMEN:
Estamos ante un texto periodístico de opinión , un artículo de Ignacio Parada aparecido en ABC en febrero del 1997. El texto sigue siendo válido porque trata de las diferencias entre espejos (que reflejan la realidad), espejismos (ilusiones ópticas) y espejuelos (trampas para incautos) y las relaciona con las cotizaciones en Bolsa, unas reflejan, otras deforman y otras engañan. Nos advierte de que debemos pensarlo bien.

TÍTULO:
No es oro todo lo que reluce/ Espejos, espejismos y espejuelos, tres maneras de captar la realidad

ANÁLISIS:
Texto completo, periodístico, artículo de opinión de I. Parada. Publicado en ABC el 9-2-1997. Por el contenido es un texto humanístico , didáctico y lúdico a la vez (nos enseña        la historia del espejo, las leyes de física óptica que  forman  los espejismos, y la utilización de los espejuelos  a lo largo de la historia para atrapar alondras y cautivar a los indios en el Nuevo Mundo.
En la mayor parte del texto (todo excepto las tres últimas líneas) aparecen la modalidad narrativa-expositiva con los verbos en pretérito perfecto simple y pretérito imperfecto de indicativo  (nos cuenta la historia del espejo de forma objetiva… “El primer espejo portátil que fabricó el hombre estaba hecho de obsidiana…”) y la  expositiva a secas con los verbos en presente de indicativo (nos da datos sobre creencias de algunas tribus africanas respecto a los espejos…   “Algunas tribus primitivas africanas creen que los espejos….”; nos explica la formación de esas ilusiones ópticas llamadas espejismos…””los espejismos son, ya saben, fenómenos ópticos que se producen….”) . En las tres últimas líneas se produce un cambio, y pasa el autor del artículo de esa exposición de datos a la argumentación “Cuando lean ustedes las cotizaciones de Bolsa tengan mucho cuidado y sepan diferenciar lo que reflejan, lo que deforman y lo que engañan. No se dejen atrapar el espíritu”. Es ese salto, ese cambio inesperado  de tema (de lo histórico y fisico a lo económico bursátil) donde reside la gracia de este artículo.

Parada utiliza un español escrito en un registro medio, en el que aparecen algún tecnicismo (fenómenos ópticos, imagen invertida, yeso cristalizado , cotizaciones de Bolsa) y algún cultismo (aspecto vítreo), pero básicamente el texto se entiende sin ningún problema, como suele ser habitual en los textos periodísticos.
De las funciones del lenguaje, teoría de Jakobson, aparece aquí la referencial o informativa y la apelativa (el texto quiere sorprender, y que al final reflexionemos un instante en que en la Bolsa como en otros  muchos aspectos de la vida (espejos, espejismos y espejuelos, por ejemplo) no todo es lo que parece. Por eso encuentro también la función poética porque para esa comparación el autor ha buscado de forma intencionada un juego de palabras de la misma familia léxica: espejo, espejismo y espejuelos.
La estructura externa es un único párrafo de 17 líneas. La estructura interna son dos partes (de la línea 1- 15 y de la 15-17). En la primera nos habla de la historia del espejo, de la formación de los espejismos y de la utilización de los espejuelos. En la segunda compara sin el como, es decir da un salto metafórico, nos habla de las cotizaciones en Bolsa donde no es oro todo lo que reluce y nos previene de que hay que saber leer entre líneas.
El tema principal es esa metáfora entre cosas que no siempre son los que aparentan. Secundarios, la historia del espejo, ciertas creencias de las primitivas tribus africanas, la utilización de los espejuelos y las cotizaciones en Bolsa.
Llamativo a nivel lingüístico es la utilización de la forma culta de escribir “obscuro” y la precisión semántica (obsidiana, mica, bronce, vidrio…) característica de todo el texto. Así mismo la utilización de números romanos para indicar siglos y dinastías reales, práctica común en nuestra lengua y que señala en qué ha quedado reducida la utilización de esta numeración frente a la arábiga, que es la general. Además hay campos semánticos: de minerales (obsidiana, yeso, talco, mica…), de la Historia (Griegos, etruscos, romanos, siglo XIV, Luis XIV, Rafael …), de la Economía ( Bolsa, cotizaciones…). Hay pocos adjetivos y cuando hay son denotativos (volcánico, vítreo , obscuro…) ; esto es así porque en el texto no hay descripción. 
Llamativo es también a nivel retórico la ruptura de la exposición cuando dice “ya saben” –línea 10- dirigiéndose directamente al lector con un guiño de complicidad.

COMENTARIO PERSONAL
Ingenioso artículo de Parada, que nos enseña cosas, nos divierte y nos hace reflexionar.

Es cierto, no siempre lo que parece real y seguro lo es: políticos, prometiendo el oro y el moro con gestos de total convicción… abogados defendiendo a culpables…personajes del cine que lloran, sufren o ríen  según lo mande el guión…  y todo parece de verdad y es mentira.

Pero a pesar de todo me gustan los espejismos, esa sonrisa cuando voy a comprar, ese “perdón” tan infrecuente entre nosotros… Porque al fin y al cabo esas buenas maneras no son más que caretas pero acaban tallando nuestra propia cara.       

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